En Charleston, febrero de 2006, se lanzaba un sistema espectacular para el tratamiento de los várices llamado radiofrecuencia segmentaria, destinado a competir con el láser endovenoso, que habíamos introducido en Chile durante el año 2002. Luego de estudiar la tecnología decidimos incorporarla en octubre de 2006. Este equipamiento, cuya última versión se encuentra en nuestro arsenal terapéutico, ha dado grandes satisfacciones a nuestros pacientes.
En lugar de arrancar la vena safena mayor o menor, procedimiento conocido como safenectomía, en este tratamiento la vena enferma es cerrada, con el uso de un catéter y energía emitida por un generador de radiofrecuencia. El resultado es el cierre efectivo y a largo plazo de la vena tratada.
Si el procedimiento es realizado por expertos, debe ser prácticamente indoloro, sin molestias post-procedimiento. No se requiere ayuno, ni cuidados especiales posteriores. Puede reintegrarse a la vida normal de inmediato. Para la realización de este procedimiento se requiere sólo de anestesia local, evitando de esta forma la anestesia raquídea o general. No se practican incisiones (cortes) y por consiguiente no hay cicatrices. Por otro lado, la efectividad, confort y resultado estético de este procedimiento siguen siendo imbatibles, a pesar de la aparición de otros sistemas de tratamiento.
De cualquier manera, en la eventualidad de la aparición en el contexto mundial, de nuevos métodos que sean realmente efectivos (y no simple propaganda), sin duda serán puestos a la brevedad, a disposición de nuestros pacientes.